Jerusalén, Israel — En el marco del conflicto en curso en la región, el grupo terrorista Hezbollah ha intensificado sus ataques, lanzando una nueva andanada de cohetes hacia el norte y el centro de Israel. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han informado que, aunque la mayoría de los proyectiles fueron interceptados, algunos lograron atravesar el sistema de defensa del “Domo de Hierro”, causando alarma en varias ciudades israelíes.
Durante la última jornada, las FDI reportaron múltiples lanzamientos de cohetes desde el Líbano, advirtiendo a la población sobre la importancia de seguir las instrucciones de seguridad y permanecer alerta a la información oficial. En particular, la cuenta en hebreo de las FDI en la red social X indicó que los ataques se concentraron en las regiones de Carmel, Menashe, Golfo y Alta Galilea.
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Uno de los cohetes impactó en un boulevard de Karmiel, causando el incendio de un vehículo y generando una situación de emergencia en la zona. Afortunadamente, las autoridades informaron que no hubo heridos de gravedad, aunque una persona resultó lesionada al intentar llegar a un refugio antiaéreo.
Las FDI también confirmaron que aviones de combate llevaron a cabo ataques contra las posiciones desde las que se realizaron los disparos. Según las autoridades, al menos 15 proyectiles fueron lanzados en esta serie de ataques, de los cuales la mayoría fueron interceptados por el “Domo de Hierro”. Sin embargo, el sistema de defensa no pudo detener todos los cohetes, lo que subraya la efectividad limitada de las medidas de protección en situaciones de ataque masivo.
El grupo terrorista Hezbollah justificó sus acciones, afirmando que esta “gran salva de cohetes” tenía como objetivo defender al Líbano y responder a los ataques israelíes dirigidos contra “ciudades, pueblos y civiles” en el país vecino. En un comunicado, la milicia proiraní enfatizó su intención de proteger a la población libanesa de lo que consideran agresiones israelíes.
El momento exacto en que un cohete impactó una ciudad del norte de Israel fue captado por una cámara de seguridad, mostrando la devastación del ataque. El video revela la intensa columna de humo, fuego y escombros que se elevaron tras el impacto, lo que contribuye a la creciente preocupación por la seguridad en la región.
En otro video, difundido por los servicios de bomberos y rescate de Israel, se observa un coche completamente quemado en Karmiel, resultado directo del ataque con cohetes. Los equipos de emergencia se movilizaron rápidamente para extinguir el incendio y atender a las víctimas del ataque. Según el servicio de ambulancias Magen David Adom (MDA), se registraron casos de ansiedad entre los residentes, junto con una mujer que sufrió heridas leves.
La escalada de la violencia en la frontera norte de Israel marca un punto crítico en un conflicto que se ha intensificado en las últimas semanas. Hezbollah ha continuado su ofensiva, lo que ha llevado a un aumento en la preparación militar de las FDI, que buscan neutralizar la amenaza de los lanzamientos de cohetes.
La población israelí, especialmente en las áreas cercanas a la frontera, vive bajo una constante tensión. Las alarmas antiaéreas suenan frecuentemente, recordando a los residentes la necesidad de estar preparados ante posibles ataques. El impacto psicológico de estos eventos es significativo, y muchos ciudadanos se encuentran en estado de alerta permanente.
Además de las respuestas militares, el gobierno israelí enfrenta críticas sobre su capacidad para proteger a la población civil en medio de una escalada de ataques. Los líderes políticos se encuentran en una encrucijada, buscando una solución que garantice la seguridad sin provocar un mayor derramamiento de sangre.
Con el conflicto entre Hezbollah e Israel en aumento, las implicaciones regionales son profundas. La comunidad internacional observa con preocupación los acontecimientos, instando a ambas partes a la desescalada y a encontrar soluciones diplomáticas que prevengan un conflicto prolongado.
Mientras tanto, los residentes del norte de Israel continúan enfrentando la realidad de vivir bajo la amenaza de ataques aéreos, un recordatorio constante de las tensiones en la región. Las FDI y los servicios de emergencia trabajan incansablemente para proteger a la población y responder a las crisis a medida que surgen, mientras la situación sigue siendo volátil y peligrosa.